No tenía nubes la tarde cuando la gringa se fue
En su rastrojero a medio
restaurar se fue
y yo la vi
no tenía nubes la tarde
solo la tarde no tenía
con crueldad la pampa
me obligó a seguir
viéndola por el camino
recto hasta el infinito
más tarde un montecito
solidario la tacharía
pero antes tuve que ver
al rastrojero que iba
como una tremenda cosechadora
tragando los papeles
de todo lo que íbamos a ser
una tremenda cosechadora que escupía
los añicos hacia atrás
donde se iban amontonando
las cotorras y los caranchos.
La faena y el berretín
La faena suena con un ritmo
que empuja o abruma pero no pasa
desapercibido
Sube la maza
de cinco kilos y baja
de golpe hacia la bigornia
Así de sol a sol son aplastadas
las mariposas
espejitos cuatro ojos monarcas
y tantas otras
Baja implacable
la maza hacia la bigornia
¡Tiiing! ¡Tiiing! ¡Tiiing!
y entre metal y metal
esos cuerpitos
Afuera
rondan los pajarracos desplumados que hace rato
dejaron de ser bandada
y se entusiasman o creen
entusiasmarse cuando en realidad
tiemblan de ansiedad
al escuchar los golpes
Cuando la bolsa a los pies de la bigornia
está repleta
se va a la calle y viene otra
flaca y con la boca abierta
Asco da ver esos picos
amontonándose y gruñendo
por un saque de polvito
Dicen que no se puede vivir sin sueños
y soñar que se vuela
es el berretín supremo.
Hablan
Las chucherías hablan
y hablan y hablan
sin parar sin respirar sin una tos siquiera
y gritan gruñen ríen
o lloran a moco tendido
Se preguntan
se responden
nombran la duda y la certeza al mismo tiempo
todo siempre en voz alta
Dibujan con palabras el futuro
lo enlazan y tiran
tiran tiran para que venga
se quejan de que no venga
se quejan del pasado
se quejan de todo
Sueltan palabras
esdrújulas agudas graves
las sueltan y enseguida
se les mezclan se chocan se enredan
no les dan tiempo de acomodarse
y quedan resonando
agújulas esdruves gradas
Las chucherías hablan
tartamudean
balbucean
onomatropellan
y a veces cantan
con la garganta rota
canciones de hinchada
violentas
sensuales
de amor y de odio
Hablan y hablan las chucherías
sin parar sin respirar sin una tos siquiera
y lo único que podemos hacer
desde nuestra soledad influenciable
es devorarlas
tragarlas sin masticar
para que se callen.
Retaguardia (Puma)
No sé quién dijo pero alguien trajo
la primicia
con una voz exageradamente alarmada
Todos salimos corriendo
yo dejé que los demás se adelantaran
Algunos llevaban escopetas
otros pistolas
un correntino llevaba un machete
yo solo llevaba
este cosito para grabar
con una voz seguramente agitada
las palabras que fuese encontrando
las que se les cayeran a ellos
y las del rastro contundente
que iba dejando ella
¡A la puma! ¡A la puma!
¡A darle caza a la puma!
Iban los gringos emplomados
y el criollaje filoso
con sed con rabia con jadeos
Yo iba atrás
pensando en ella
en qué tanto daño pudo haber causado
en qué necesidad de culparla de todos nuestros males
La iba imaginando plena
de elegancia felina
aún en la desesperación
y en secreto deseaba
que no cayera
Adelante iban los gringos y el criollaje
sintiéndose fusileros de primera línea
en brava construcción de una patriada
atrás
murmurando
iba yo
como un poeta.
Mi DNI dice Patricio Bonino pero mi gente me llama El Boni. Vivo desde que nací, hace 41 años, en Zavalla, en el sur santafesino. Soy docente de primaria, no paso mucho tiempo sin guitarrear y cantar, y además, claro, escribo poemas, por eso estoy acá. Tengo varios cuadernos llenos de versos pero solo publiqué dos: “Tres acordes” (Ed. Las Ranas. 2013) y “Yuyito entre las gradas” (Ed. Escualo. 2021). También participé del libro colectivo “Bajé para respirar” (Ediciones Arroyo. 2021).
❤️Muchas gracias Boni por ser parte del Podcast.
Acá podes escuchar todos los episodios anteriores.
Comparte este post