Bondi de Poetas
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Conocer a Belén Romero
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Conocer a Belén Romero

Cinco poemas

Atención

Se presta,

se llama,

se pide,

se exige,

se finge.

Automática o plena,

liberación o condena.

¿A dónde la llevas

y te lleva

aquella que depende de tu consciencia?

¿Qué hay en tus días

que, sin pasión,

te la enreda?

¿A quién ruegas por la suya

en temporadas de hambruna?

Scrolleo

Las preocupaciones

la roban del momento

y nos olvidamos del templo

que esgrime los lamentos

de esta vida y otro tiempo.

Scrolleo

Nariz que no respira,

pulmones que se agarrotan

de inhalar tanta derrota;

boca que ni traga,

ni vomita:

acumula;

poros que se alborotan

con sudor que,

como lágrimas,

brota;

ojos que no ven,

corazón que acelera,

desespera;

meditación que exaspera,

huesos de mimbre

que flojean.

Scrolleo

La medicina cura al sano,

desahucia al enfermo

y quien esté sano de Ella,

que tire la primera piedra.

Scrolleo

Abro

camino fuera

y escucho conversaciones ajenas:

"nacer, crecer y morir",

"ver, oír y callar."

Qué interiorizada

está la sobremesa de las penas

que, hasta paseando por la calle

-y no por la cabeza-

me espeta y atraviesa.

Tanto a lo que prestársela

que Medusa y su mirada

hacen acto de presencia.

Se abruman los sentidos

de tanto sinsentido,

escucho el latido

y el constante pitido.

No sé ni lo que digo,

embriaguez de atención plena,

Síndrome de Stendhal

de todas mis miserias

que son arte y estandarte

de cuando mi alma vagó en pena

de cuando

ni el atardecer me arrancaba

una pizca de atención:

solo existíais tú y tu dolor.

Desatención sin besos,

tú, el colmo de lo perverso,

reflejo al reverso

de todo lo que de mí,

pienso

y pienso

y pienso

y sobrepienso

Scrolleo

Cuando la regalas sin tenerla,

pasa esto.

Ahora hago penitencia

por desoír a la ciencia,

por buscar señales

de alma gemela

y beber tu brebaje

pagando mil veces el peaje.

Néctar de los dioses era la Tuya,

ignorancia que apabulla.

Tira y afloja que rompe la cuerda.

Y me envenena.

Y tú te alegras

porque mi pasión por todo,

cierra la puerta.

El fuego ya no quema,

no le presto atención:

de Ella solo me queda

para tu sinsabor.

Yo,

que sentía el sol

y vibraba de emoción,

me quedé con indigestión de cortisol

y temblores de tribulación.

También se fue la luna,

¡qué falta de atención

a los gritos de cordura!

No existía conexión

con nada fuera de tu control.

Dejaste en visto mi amor

y como un mal verso sin autor

se quedó mi corazón.

Y si leíste hasta aquí,

gracias por tu atención.

Desierto

Hace una tarde de esas

en las que pesa el recuerdo

y el calor ahoga las palabras en las bocas

y las ideas en las mentes.

Hace una tarde de esas

en las que duele no verte

cuando estás enfrente,

una de esas

en las que pienso que velarte,

escribirte

y quererte

quizá no sea suficiente.

En esta tarde de reflejos etéreos

y aire asfixiante

tú lees a Pedro Salinas,

yo pienso que tu voz mejora los versos

en los que lo sublime reposa.

Otra tarde en la que una mano

es enjambre de aullidos secos

que turba mi calma y me arranca del seno,

queda tu boca

leyendo

detenida en las letras

y en el tiempo.

Venus me dijo que volvió solo para verte

Pensaba que el sol

saldría por el oeste

y se pondría por el este

antes que poder abrazarte.

Guardé una nota ya escrita,

otra por escribir,

unos subtítulos bajo la sonrisa

y sin olvidar, desistí

me rendí

a un presente de sol

que sale por el este.

Pero Venus vino a visitarme

con su traslación de un año en un día

sus ganas de llevar la contraria

con el sol saliendo por su oeste

en fin

todos los ingredientes

para volver a verte

volver a verme

mirando al cielo

desde donde me miras

mirando al cielo.

Entonces

Afrodita siguió al derecho

los pasos de baile para

poner del revés

a los mortales que

igual que aprendimos a caminar

sobre dos patas

ahora aprendemos a hacerlo hacia

atrás en un viaje de regreso

a Nunca Jamás

a viejas canciones

a saborear los recuerdos de los

que a pesar de remotos

no nos desprendemos.

Así es

que pude sentir y ver

los restos de erupciones

la luna de Urano -de nuevo- en mis pestañas

la irrupción

de la sonda Magallanes en tus ojos

que ha vuelto del viaje

diciendo

que después de tanto tiempo

no se había percatado de

que penetraban la atmósfera

tan intensos.

Y joder, ¡cuánto la entiendo!

Sinapsis

Sinapsis temporal,

la solipsis de tu ombligo;

siempre me quedo igual,

con la mente sin tocar

y un silogismo sin sentido.

Qué aburrido.

Esto iba a ser

un poema para ti,

sobre conexiones,

sincronías,

casualidades unidas

y la sinapsis

de catarsis

que antes componías.

Pero estoy cansada

de tu insistencia

pidiendo

mi presencia

para una dosis

de violencia,

con las palabras

brillando por su ausencia.

Sigues el curso del impulso

y dejas que la inercia

de caza a la inocencia

repleta de carencias.

Pero las caricias ya no bastan

ya no están en la subasta,

ahora

los neurotransmisores

son los que faltan.

Menuda telaraña

tengo en la cabeza,

qué tejemaneje

de incoherencia,

¿por qué digo lo que quiero

y obtengo lo que no quiero?

Menuda conexión de mierda.

No es telepatía,

persecutoria es la manía.

Ya no te digo nada,

ya no te escribo más,

quizá así pueda crear

una nueva red neuronal,

donde el (con)tacto

más allá del tacto

se haga notar.

Y todo esto es un eufemismo

que viene a explicar

que nuestra sinapsis,

en la praxis,

ya no me estimula más.

Instinto

¿Quién no querría saber

lo que tiene que hacer

como las tortugas al nacer?

Saberlo y hacerlo

sin dudas ni miedos

ni condicionamientos.

Tortugas que corren al mar

y nosotros sin saber

dónde vamos a parar.

Inteligencia y aprendizaje

nos guían en nuestro viaje

pero

¿y si lo aprendido

nos hiere hasta el instinto?

Especie inteligente

que olvida ser superviviente

y arrastra sus dos patas

en busca de migajas.

Decimos

que sobrevivimos

(y no vivimos)

pero no es cierto

pues hasta el instinto

lo vendimos junto al cuerpo

el tiempo

el talento

los sueños

el destino.

Esclavos ignorantes de ser ganado

madres que paren más esclavos

instinto de crianza

arrebatado

¿de verdad es evolución

arrancar de nuestros días

criar a nuestras crías?

¿de verdad es evolución

estar regidos

por lo socialmente exigido?

¿de verdad es evolución

entregar las horas al sillón

a una serie del montón

mientras hacemos scroll

entre pensamientos de obsesión?

¿de verdad es evolución

dormir nuestra atención

ya sea por falta de acción

por sobreestimulación

o por una adicción?

Destrucción consciente

de bípedos inconscientes.

Eros es fuerte

pero Thanatos está presente

dime

humano deshumanizado

¿qué impulso gana el pulso

en tu mundo civilizado?


✍Lluviaderomero en letras, Belén en voces. Folivora porque las hojas la representan y también los perezosos que se las comen. Y como Plutón, outsider. En la Tierra es culiparda (de Ciudad Real, España). Escribe desde que la adolescencia hizo presa de ella. Sigue escribiendo y sigue siendo adolescente, aunque su llegada a este mundo vaya quedando cada vez más lejos (1991).

Está trabajando en su primer poemario mientras ofrece algunas propuestas de poesía escénica, participa en recitales y slams e imparte talleres de escritura. Puedes leerla en publicaciones conjuntas como ``Autores. Libro de poesía´´ o ``Soñar despiertos: relatos en rodaje´´, entre otras.

Podcast: La Silla.

Instagram, TikTok, YouTube y Substack: lluviaderomero

"Mensajes del inconsciente y poesía resiliente".

🎙¡Muchas gracias Belén por ser parte del Podcast Bondi de Poetas!

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