el silencio me cubre como una segunda piel envenenada
quisiera saber de qué color
es el centro de la pena
a qué sabe el hueco de la infancia
cómo se restaura una vasija a medio hacer
habrá que enterrar el rostro en el barro
para convertirse en algo moldeable
//
cuando ha crecido en el silencio
la palabra sabe colarse en la grieta
hay algo enfermizo en esa
vocación de sombra
en esa costumbre monstruosa de
abrir el ojo de la herida
me da miedo esa boca
que crea o destruye mundos
que nombra y hace crecer
dientes a la memoria
a veces decir
es maldecir
habrá que partir la vara
y probar nuevas formas de habla
para no perder el hilo
que me sujeta
//
voces que se cuelan
en las nervaduras de las hojas
en los cables de luz
en las alcantarillas
y en el infierno de voces
una que destella
apagada voz huérfana
desprendida del cuerpo
que la vio nacer
voz que se anima a caminar desnuda
al amparo de su propia intemperie
//
pulsa intenso
un latido constante
en las sienes
¿qué ficción hace tenazas
en el pensamiento?
parálisis de estar
en esta calle
tan cuajada de lluvia
tan espejo rasgado de noche
la mirada atenta
al camino
al reflejo húmedo
de luces que nunca
serán tuyas
//
nanai para calmar la pena
el latido subcutáneo que persiste
y se queda en mis venas a dormir
sin que pueda darle salida
para sosegar esa criatura que pulsa
en mi sangre de noche o de día
que no descansa ni da respiro
a veces, abrí un orificio
cuando suena el rayo
trenzo las manos sobre el cuerpo flaco
y acuno a la niña que me habita
//
Hay mil razones para que el cerebro se cierre
(Saramago)
con su mano negra el olvido me acuna
a veces trenza mi pelo
o dibuja una cruz en mi espalda
siempre cierra esa puerta
bloque macizo al que le falta el ojo
para que no me tiente y espíe a través
conserva lo que aún intacto de mi niña
//
soy ese gran signo de pregunta
la espada oscilando sobre la nuca
tuve la urgencia de alumbrar
para saber por qué
no resiste el cuerpo tanta tumba
golpeé recuerdos hasta encontrar
el hilo de la urdimbre
//
nadie sabe qué
se esconde bajo la tierra
yo que he pasado
la mitad de mi vida
escarbando tumbas
(o lo que es igual)
silencios
sé que no retiene
aquello que una desea
sino lo que quisiera
continuar ignorando
todo comienza con una grieta
una pequeña fisura que
muestra la pulpa dentro
//
✍Cecilia López nació en Santa Fe en 1978, pero desde hace 25 años reside en Tandil, Pcia. De Buenos Aires. Es escritora, docente, tallerista e investigadora. En 2024, fue expositora en el XI Congreso Internacional Orbis Tertius y actualmente está trabajando en su tesis de Maestría. Algunos de sus poemas han sido seleccionados y publicados en revistas de Argentina, Chile y España. Participó en la antología Diana, publicada por Editorial Camalote, la cual reúne poemas de autores argentinos escritos en homenaje a Diana Bellessi. Detrás del silencio, su primer poemario publicado por Halley ediciones, estará disponible en julio 2025.
🎙¡Muchas gracias Cecilia por ser parte del Podcast Bondi de Poetas!
Share this post