Un hospital es una selva
un hospital es una selva en la que brotan
pabellones y se alzan
más y más
tan alto que los pierdo de vista
escaleras arriba encuentro
una habitación azul, vacía
una cocina en la que mi abuela golpea la tele para que arranque
dos reflectores me enceguecen
la luz se convierte en estrellitas de fuego
la ambulancia me sigue
galopa sobre los neumáticos
escalón a escalón dispara
un ico caballito en continuado
hipnótico como un mantra
desde la terraza
el mundo retrocede, se maqueta
y un pájaro de alas transparentes
me viene a buscar
Exteriores 2
Demorada otra vez
la visita se me hace tarde.
Dilato el tiempo
porque difícil entrar a los ojos
inquisidores del pabellón.
Mejor estoy sobre
el pasto un rato más
alzo una piedra chiquita
la lanzo al viento que acaricia
abro una herida escarbando la tierra apenas
la piedrita descansa
ahora cubierta de polvo
sobre el fondo
caliente
ella
en lugar de
(de Apuntes para una película, inédito)
Hacer las compras
Lechuza alerta rota su cabeza:
barre a izquierda y derecha una calle mano única;
achina los ojos para enfocar los autos
que se acercan al ritmo de la velocidad máxima.
Una sincronía de músculos tensionados se hace eco de la libertad incipiente,
materializa el riesgo de la falla.
Mientras brinca a través del cemento,
ignora que mi cuerpo monitorea su hazaña
en el palco preferencial de una ventana
replico
como en espejo
la rotación de lechuza, la tensión de gacela,
mi boca proyecta hilvanes que tienen la ilusión
de acompañar desde la altura al niño que avanza
y le entregan,
como homenaje,
veinte metros de libertad conquistada.
En unos minutos, el botín brotará de sus manos
sus ojos de ratón feliz serán el indicio de la victoria
el pulso todavía agitado, la respiración escandida, el vuelto como prueba.
(de Una brasa robada al fogón, Tren instantáneo, 2023)
Qué le pasa a la lombriz
“y en las venas
en vez de sangre,
una dulce corriente vegetal”
J. L. Ortiz
Clavo la pala en la maceta y asoma
ese hilo de lana oscura
mimetizado con la tierra
en un ritual
con el que comienza
la jardinería.
Todos los sábados, bajo el sol vigilante
me pregunto
por qué se sacude enloquecido
ese gusano de ciudad;
si es que baila al ritmo de una música
silenciosa para nuestros oídos
o acaso se ahoga
como pez fuera del agua
apenas deja su tierra la lombriz.
Por las dudas, hago un pocito con los dedos
la tiendo amorosamente sobre el fondo
acaricio su lomo de goma
y la vuelvo a cubrir.
(de A veces, los animales, Clara Beter, 2024)
Decidí la muerte de mi gata
decidí por ella que no la llevaría al médico
le abrí la puerta de mi casa a algo que nunca había visto
certero se instaló en sus órganos
para gritar, desde ahí, con sacudidas frenéticas
decidí que la muerte viviera dentro suyo
la dejaría hacer su trabajo sin anestesia ni apuro
con los tiempos reglamentarios que impone
ir sosegando el deseo
decidí que mi gata iba a sufrir durante el siguiente fin de semana
que perdiera de a poco la capacidad de moverse
que su respiración se hiciera cada vez más entrecortada
que se ahogara de forma intermitente sobre el suelo de madera
decidí recostar a mi gata
cubrirla con una sábana vieja que pudiera descartar para ahorrarme el recuerdo
colocarla en el sofá junto a mi cara
leerle como quien arrulla a un niño cansado
decidí la muerte de mi gata
acompañada por mi voz
sostenida por nuestra presencia
la espalda de mi hijo contra la mía
nuestras manos sobre el cuerpo tembloroso
intentando achicar su dolor
decidí que moriría bajo mi techo
abrazada como una venganza
tardía para ella
que había nacido en un potrero
a la intemperie, sin madre, sin dios
(de Los escucho reír, inédito)
✍Cecilia Serpa es argentina y vive en Buenos Aires. Es egresada de la carrera de Letras (UBA), y trabaja como lingüista. Como docente e investigadora, se ocupa de la lectura, la escritura y su enseñanza y publica regularmente artículos científicos sobre esos temas.
Estudia poesía con Florencia Fragasso, con quien hace clínica hace más de diez años. Sus poemas han aparecido en distintas revistas literarias. Publicó las obras Una brasa robada al fogón (Tren instantáneo, 2023) y A veces, los animales (Clara Beter, 2024). Algunos de sus poemas resultaron seleccionados para participar la obra colectiva Simetrías. 5º Festival de Poesía de Boedo (Clara Beter, 2025). En 2025, Caburé publicará Apuntes para una película, una obra que intenta explorar las relaciones entre el lenguaje poético, la fotografía y el cine.
🎙¡Muchas gracias Cecilia por ser parte del Podcast BDP!
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